jueves, 3 de julio de 2014

Diluvio de sueños.

En mi sueño me cayó un rayo en el pecho.
Creo que me alcanzó el corazón.
Temí que estuvieses dentro.

Me asaltaron un millón de las dudas más oscuras.
Creí por un momento
que me estaba rompiendo,
pues escuché el sonido 
del silencio.
Y eso aterra.

Sentí el olor de la tierra
y cómo ésta llamaba a quienes le pertenecen.
Me llevé las manos a la herida
y te sentí, mi vida.

Yo sabía quién había en mis sueños,
quién en mi corazón
y quién en mi cabeza
y cuando pude abrir los ojos . . .
Vi que sólo era tormenta.