miércoles, 21 de agosto de 2013

Tengo, tengo, tengo... Tú no tienes nada.

Tengo un nudo en la garganta
que solo puede quitarse con saliva de tu boca...
Tengo la mente hecha un lío
que ojalá desenredasen tus dedos...
Tengo el corazón herido
porque a decir verdad, las patadas duelen...
Tengo los párpados bajados
ansiando soñarte (otra vez)
Tengo las lágrimas a flor de piel.
Tengo la piel de gallina al pensarte.
Tengo el pensamiento tan lleno de ti, que ya me pesa.
Y tengo en mí un peso que ojalá que fuese el tuyo.

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